Pintxo Management

La comida de negocios ha muerto ¡Larga vida al Pintxo! Conoce las ventajas del Pintxo Management frente a la tradicional comida de copa, café y puro.

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Pintxo Management

No creo en las comidas de negocios. Es más, las detesto. Son incómodas, interminables, caras y -lo que es peor- la mayoría de las veces, poco productivas.

No me entendáis mal, creo que el cara a cara puede desbloquear situaciones enquistadas por correo electrónico y que el lenguaje corporal de tu interlocutor te proporciona detalles y matices que nunca podrás apreciar en una videoconferencia.

Lo que no me gusta es verme atrapado durante horas en algo tan rígido y formal como una comida de negocios de copa, café y puro. Por eso, hace tiempo que desarrollé el concepto de Pintxo Management: si quieres organizar una reunión informal para hablar de temas profesionales, es mucho mejor hacerlo alrededor de unas cervezas y unos pintxos que de una mesa de restaurante.

El Pintxo Management es tan flexible y cómodo que permite convocar reuniones sin conocer de antemano el número de asistentes ni el tema principal de la mismas. Cuando los compromisos lo permiten, acostumbro a reunirme los viernes con un ecléctico conjunto de pintxólogos que en muchos casos, no se conocen entre sí.

No os podéis ni imaginar la de ideas y propuestas interesantes que han surgido entre gilda y clara de limón, pero, sobre todo, como nos divertimos.

Las 8 ventajas del Pintxo Management

  • A todo el mundo le gustan los pintxos. Croquetas, tortilla de patatas, jamón ibérico o queso brie con mermelada. En el Planeta Pintxo, todo el mundo tiene su sitio
  • Una oportunidad de que todos paguen. ¿Quién no se ha sentado en una comida de negocios sin saber quién debía pagar? De pintxos, todos pueden pagar una ronda, uno puede pagar la de todos o hacer bote. En cualquier caso, se evita ese violento momento de la cuenta.
  • Varias reuniones en una.  En una comida estás clavado a tu silla. Si te interesa hablar con una persona que está en la otra punta de la mesa, tendrás que hacerte con un megáfono para tener unas mínimas posibilidades de éxito. Sin embargo, en una ronda de pintxos puedes moverte, hablar con unos, con otros o centrarte exclusivamente en un único interlocutor. ¡Y todo en la misma reunión!
  • Apto para más de 6 personas. Una comida de negocios con más de 6 personas, comienza a parecerse peligrosamente a una boda. En cambio, la flexibilidad de una ronda de pintxos permite incorporar a un número casi ilimitado de comensales, que pueden unirse en cualquier momento sin que parezca una falta de grosería tal como llegar a los postres.
  • El pintxo es más rápido, más lean. En media hora puedes haber pedido, bebido, comido, pagado y hablado del tema que te interesa. En muchos restaurantes aún no te habrían servido el primer plato.
  • El pintxo es más informal. No todos se sienten confortables en un restaurante que exige corbata o comiendo centolla con maza y pinza. No hay nada más informal –y más adaptable- que una ronda de pintxos. Es mejor hacer negocios si todos se sienten a gusto.
  • Dieta Friendly. Estás a dieta estricta, te organizan una comida en el Asador Donostiarra de turno y te la lían parda. Sí, puedes tener la fuerza de voluntad de Shackleton y quedar como un raro pidiendo “sólo unas verduritas a la plancha”, pero es mucho más fácil pasar de una o dos rondas de pintxos sin que se note.
  • Una retirada a tiempo es una victoria. Levantarse de la mesa es una falta de educación, pero en una ronda tienes más oportunidades para atender llamadas inoportunas y los fumadores pueden intentar satisfacer su síndrome de abstinencia sin que nadie se moleste. Incluso puedes marcharte antes del final si surge un imprevisto o crees que ya has tratado los temas previstos.

Te animo a que te unas al movimiento. ¡Practica el Pintxo Management!