La pirámide invertida

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No quiero y no voy a cambiar mi estilo. Cada uno es como es y, si alguien me sigue o me lee es porque, hasta ahora, ha encontrado interesante lo que tengo que decir y cómo lo digo. Pero, la realidad es que, muchos no leen los artículos completos -sobre todo, cuando escribes ladrillazos de 1.990 palabras– y eso, puede causar problemas y malentendidos a la hora de trasmitir tu mensaje. Por eso, puede ser una buena práctica utilizar el estilo de pirámide invertida.

La teoría de la pirámide invertida de Emil Dovifat ha sido usada por el periodismo clásico como método para organizar la información. El sistema propone presentar los datos de mayor a menor importancia, para mantener la atención del receptor, dosificando los puntos de interés.

Para utilizarlo, se debe comenzar el artículo con la conclusión y completarlo con información relevante según el siguiente esquema:

  1. Un titular atractivo, que consiga atraer la atención del lector
  2. Un lead o entrada, que suele ser un primer párrafo en el que se resume la idea principal de lo que quieres trasmitir
  3. El cuerpo principal del texto, en el que desarrollar el contenido del mismo y que, a su vez, tiene su propia estructura:
    • Un segundo párrafo, de apoyo al encabezado y que complete y amplie la idea presentada en el mismo
    • El desarrollo, en el que ir presentando los datos de mayor a menor importancia. Para definir esta prioridad, se recomienda utilizar las 5 preguntas en orden: ¿Qué? ¿Quién? ¿Cuándo? ¿Dónde?¿Cómo? y ¿Por qué?
    • Conclusión, un párrafo final donde se presente una idea secundaria o de apoyo y haga entender al lector

Personalmente, creo que un blog debe ser algo más fresco que un diario y que se diferencia fundamentalmente de este en que, además de posibles noticias, contiene artículos de opinión. No me gustaría que los blogs perdieran esa frescura para adoptar una rígida estructura periodística.

Pero, si el objetivo es captar la atención de las personas que lo visitan, aumentar el tráfico hacía el mismo y evitar que tu mensaje llegue distorsionado a aquellos que no lean el texto completo, el estilo de pirámide invertida puede ayudarte a conseguirlo.

No se trata de cambiar tu forma de ser ni de autocensurarte sino de conseguir que tus ideas se trasmitan con más claridad. Un marketing que cambie el producto para adaptarlo a la promoción es un MAL marketing pero, un marketing que no optimice la promoción y distribución de un buen producto, también lo es.

Si tu blog es tu producto, intenta que tu estilo facilite su promoción.